Para hacer amigos fuera de Facebook

En este momento en que estamos a punto de concluir el curso escolar y estar desconectados de la red de redes por más de 30 días, estoy probando hacer amigos fuera de Facebook… como si fuera algo que por prescripción médica debemos hacer, pero con la novedad de aplicar los mismos principios de la red social.
Para ello, todos los días salgo a la calle desde temprano en la mañana y a los que pasan a mi lado, los acompaño unos metros y les explico qué medicamentos tomé, porqué lo hago, lo que he comido, como me siento, lo que hice ayer, lo que voy a hacer más tarde, lo que voy a comer esta noche y otras muchas cosas más.
Les entrego fotos de mi esposa, de mis hijos, del gato de la casa, fotos mías en el patio, a la sombra de los árboles asando un cerdo a la criolla, en la piscina de un hotel famoso, tomando una cerveza bien fría, fotos de lo que hacemos los fines de semana…
También camino detrás de las personas a corta distancia, escucho sus conversaciones, luego me acerco y les digo que lo que escuché decir a ellos «me gusta«!!!, les pido que desde ahora seamos «amigos«, y también les comento algo sobre lo que les escuché decir.
Más tarde, comparto todo eso cuando hablo con otras personas. Y funciona, tal y como ocurre con Facebook…
Y ya tengo varias personas que me siguen como amigos… Los que más recuerdo son dos policías de civil, la enfermera del consultorio cercano a mi vivienda y un psiquiatra de la policlínica de mi barrio.

 

(Nota: Gracias a la profesora Popea Zayas Leyva que me lo hizo llegar para reír un rato)